Ha pasado algún tiempo desde que Ariel tomó el mando del RWS Cónsul, tras efectuar algunas patrullas cerca de Rómulus y la Base 5, Ariel y su tripulación cambian de rutina: han de escoltar al buque hospital RWS Hygia, que se dirige desde Remus hasta la capital.
La heredera del Imperio, la princesa Taris, había contraído una extraña enfermad cuyo remedio sólo se encontraba en Remus, cuando se recuperó, decidió volver a bordo del Hygia, que llegaría antes que cualquier otra nave disponible.
Ahora, el RWS Hygia se dirige a Rómulus a toda máquina, escoltado por las fragatas RWS Cónsul y RWS Aedil...
Ariel podía estar orgulloso: su nave estaba en perfectas condiciones, y su tripulación era leal y eficiente...
Sin embargo, la voz ligeramente alarmada del señor Chekov interrumpió sus pensamientos...
Chekov: ¡Nave desconocida a proa, capitán!
Ariel: Qué extraño, no debería haber buques por estas aguas...
Ariel: Señor Robertson, abra un canal de comunicación con la nave desconocida.
Robertson: No responden, señor.
Ariel: Señor Robertson, siga intentándolo, señor Sullivan, vire 5º a babor.
Chekov: ¡Han lanzado dos lanchas al agua!
A toda velocidad, dos lanchas salieron de los costados del buque desconocido, y ponían rumbo directo al Hygia...
Ariel: Señor Chekov, prepárese a disparar.
Robertson: ¡Señor, el Aedil abre fuego!
El RWS Aedil efectuó un disparo de advertencia, dos columnas de agua se alzaron junto a las lanchas, que continuaban su camino a mayor velocidad...
Ariel: ¡Señor Chekov, apunte y dispare a la lancha más cercana!
Chekov: ¡Abriendo fuego, señor!
El cañón de proa lanzó una salva...
...e hizo blanco en una de las lanchas, que pronto se convirtió en una bola de fuego en el agua...
Ariel: ¡Son lanchas suicidas! ¡Señor Chekov, hunda la otra, rápido!
Chekov: ¡Imposible fijar el blanco, señor!
Ariel: ¡Señor Sullivan, vire 40º a babor y fije el timón en esa dirección!
Sullivan: ¡Sí, señor!
Ariel se acercó al puesto de Robertson, y pulsó el botón del altavoz...
Ariel: ¡A toda la tripulación, habla el capitán, abandonen la nave, repito, abandonen la nave!
Lt. Jarok: ¡Señor, debemos irnos!
Lt. Jarok: ¡Señor...!
La tripulación del Cónsul subió a los botes, o directamente saltaban al mar, mientras la fragata sufría múltiples explosiones secundarias...
El buque desconocido se alejó a toda máquina, aprovechando que la segunda fragata estaba ayudando a los supervivientes del Cónsul...
El Aedil lanzó sus propios botes para rescatar a los supervivientes que nadaban en el agua, mientras el barco se hundía lentamente...
Poco a poco, la proa del Cónsul desaparecía entre las aguas...
Ariel se sentía destrozado, había perdido su nave; pero al menos le quedaba el consuelo de haber salvado a toda su tripulación (incluyendo al gato) y lo más importante: haber salvado a la futura emperatriz...
Días después, en Rómulus...Ariel: [...] y eso señor es todo lo que ocurrió, pudimos salvar todos nuestros efectos personales y todos los documentos y objetos útiles; la nave se hundió lo bastante lento como para que la única pérdida del día fuera ella misma.
Almirante Hawke: Viendo el lado amable de la situación, su actuación ha sido ejemplar: ha salvado a la futura emperatriz y a toda su tripulación; para serle sincero, creo que ni yo mismo lo hubiera hecho mejor. A todo esto...
Hawke: ¿Ve ese crucero de ahí?
Ariel: Sí, señor.
Hawke: Es el RWS Aquila, el decano de su serie, ha sido modernizado recientemente y su capitán ha muerto hace poco, necesita un comandante y tripulación nuevos y no se me ocurre uno mejor que usted, y su antigua tripulación, gato incluido.
Hawke: A partir de ahora, considérese Capitán de Navío, con los deberes y privilegios que su nuevo rango comporta. Quiero que equipe al Aquila lo antes posible, y se reúna con el resto de la flota en la Base Omega; nos preparamos para una invasión a gran escala y tenemos una misión especial para usted.
Ariel: Bien, señor, gracias señor.
Muy pronto, tendría lugar una gran batalla...
CONTINUARÁ
Espero que os haya gustado.
Saludos.