Tras el primer enfrentamiento de entre las dos flotas, la kroniana y la lantiana, con el saldo a favor de la primera. El Almirante Zacarías puso rumbo a un lugar secreto (siguiendo las órdenes del Emperador Kronos) para el reabastecimiento de la flota.
En el punto de encuentro indicado El Almirante se sorprendió de lo que vieron sus ojos, LA FLOTA ESPAÑOLA (al mando del General OTROMAS) y la flota PEGAX (al mando del General PEGASO).
Al almirante le habían notificado que iba a tener una reunión urgentemente para tratar la siguiente acción. Cuando llegó a la sala se encontró con los dos Generales, a los cuales no les saludó muy efusivamente (había rencillas entre ellos por conseguir una mayor victoria), pero la sorpresa del Almirante fue aún mayor cuando en el fondo de la sala, entre la penumbra de las luces divisaba a un hombre, al cual no podía reconocer…….
D.- Buenos Días Almirante, me alegra verle y más aún me alegra por su victoria.
Z.- Buenos Días Sr. no quisiera ser indiscreto pero me gustaría verle la cara a la persona con la cual me reúno.
De entre las sombras emergió el rostro, que miraba fijamente al Almirante……. Era el MARISCAL DIABLE, hombre fuerte y de máxima confianza de Kronos y jefe del Estado Mayor Conjunto de la Gran Alianza y responsable del teatro de Operaciones Bélicas.
Zacarías impasible, tomó una gran bocanada de aire (como si se quisiese tranquilizar, no soportaba al MARISCAL) el ambiente era tenso muy tenso, más bien insoportable, los Generales OTROMAS Y PEGASO, se miraron mutuamente sabían que la cosa no iba a salir muy bien.
D.- Sres. Tomen asiento les voy a indicar la nueva misión, es más arriesgada, pero supondrá el fin de la flota enemiga…. (el almirante le corta la conversación)
Z.- Perdón Mariscal, no sé si sabrá usted, pero si hubiese tenido el apoyo aéreo que solicite en su momento ahora mismo tendríamos las puertas de ATLANTIS ante nuestra narices y la flota lantiana yacería entera en el fondo del mar.
El Mariscal con una mirada penetrante, mordiéndose el labio superior, espetó al almirante
D.- No vuelva usted a interrumpirme Almirante, se ha conseguido debilitar al enemigo y junto con las flotas del General OTROMAS y PEGASO, se dará el golpe final………….déjeme continuar y comprenderá el porqué se la ha mandado reabastecerse.
Zacarías estaba lleno de ira, no era la primera vez que por culpa del Mariscal se le escapaba una gran victoria, una rotunda victoria, estaba arto de que la gloria se la llevasen siempre los estrategas metidos en sus despachos, visionando mapas, moviendo ejércitos……. El Almirante era un hombre de acción que estudiaba muy bien el terreno que incluso en muchas ocasiones exploraba personalmente las zonas del futuro combate.
Tras las explicaciones del Mariscal toda la flota estaría bajo el mando único del Almirante y se había establecido los objetivos, destrucción del resto de flota lantiana. En ese instante Zacarías volvió a interrumpir al Mariscal:
Z.- Creo que su plan tiene un fallo (Diable nuevamente su volvió a morder el labio) no deberíamos dispersaR la flota en los tres puntos por usted indicado, no es prudente, es mejor atraer al enemigo y asestarle el golpe final con toda nuestra capacidad de concentración de fuego.
D.- Si se unifica toda la flota puede sucumbir a un ataque balístico.
Z.- Discrepo (con tono arrogante y altivo), nuestros superdestructores, junto con las fragatas y cruceros formarían una pantalla protectora.
D.- Eso no tiene sentido…..
Z.- Tiene todo el sentido del mundo, Mariscal…… le recuerdo que soy el Almirante de la Flota Imperial Kroniana y sé mejor que nadie como actuar en estos casos.
Al Mariscal le iban a estallar los ojos, en cualquier momento la situación iba a reventar, en ese momento intervino el General Otromas.
O.- Sres. calma todo queda claro, si no hay más que añadir pongámonos en marcha….
Justo antes de abandonar la sala el MARISCAL DIABLE dijo:
D.- Almirante!!!!.... algún día…..algún día….. usted y yo solos……
Zacarías se volvió y con una mirada penetrante, contestó:
Z.- Cuando usted quiera Mariscal, cuando usted quiera……
Pasados unos minutos…..
D.- Se ha dado usted cuenta, no creo que siga el plan establecido, la misión corre un gran riesgo……
K.- Ahhhhh… mariscal, mariscal,….. no se preocupe usted, el Almirante es impetuoso, el mar lo lleva en la sangre, cumplirá el plan pero seguro que no lo cumplirá a rajatabla.
D.- Lo echará todo a perder
K.- No será así, al Almirante tiene un instinto especial para este tipo de misiones….. todo sigue según lo planeado.
LA GRAN FLOTA estaba lista, se pusieron en marcha para realizar una de las más GRANDES BATALLAS NAVALES DE LA HISTORIA y el mar empezaba a ponerse encrespado.
Y al anochecer se unieron los dos superbuques: