Un Saludo a todos, me llamo Jesús y vivo en Salamanca, tengo 38 años, y me he llevado un disgusto tremendo leyendo estas presentaciones, algún pipiolo
solo tiene 26 años, que envidia me das Pegaso, los demás somos algo más "maduritos", para nuestra desgracia. Cada día lo llevo peor me quede anclado en mis "ventipocos".
Mi retomada afición por el tente es reciente; sobre el 5 de Diciembre del año pasado, viendo en casa de mis suegros a mis sobrinos jugar con piezas de tente, que estaban guardadas de la niñez de mi cuñado, me entro curiosidad y empecé a reunir las piezas de un carro de combate. Me despertó tal la curiosidad, que esa misma noche busqué en Internet tente, en primer lugar encontré una Web donde se veían construcciones, todas fantásticas y me dije: yo también quiero.
Al día siguiente y con gran dificultad (nunca había comprado nada por internet), compraba mi primer tente, un Bismark. Hasta ahora he acumulado unas cuantas piezas, casi todas de barcos militares, no quiero tanto coleccionar sino construir, jugar, y disfrutar.
Después en Enero recupere en el pueblo de mi madre los tentes de mi niñez llevaban en el espacio bajo la cubierta, de la casa de mi abuela, en un lugar polvoriento casi inaccesible, más de 20 años esperándome fieles, estos eran la caja de Intrépidos navíos, Los vehículos de las galaxias, Los exploradores del Espacio, Los Escorpiones de Acero, un robot amarillo y otro vehiculo espacial. Bastante completos, de niño rompí alguna pieza, lo mejor es que al guardarlos fui precavido, siempre le tuve mucho cariño a mi tente, y los tapé con plásticos. En ese momento lleno de nostalgia, no quería perderlos incluso deseaba utilizarlos, pero me había hecho mayor (o eso creía en ese momento, porque ahora soy más mayor). Gracias a los plásticos se han conservado bastante bien, por allí había hasta nidos de ratones, y polvo en varias capas.
Un tesoro, como el de los piratas, pero yo no deje mapas del tesoro, os hubiera encantado encontrarlo durante todos estos años que yo lo he ignorado. El sitio es de difícil acceso, mediante una escalera te acercas a un agujerito de 60*60 en el techo del pasillo de la planta de arriba de la casa y tienes que subir a pulso. Menos mal mis muchos años de montañero, y así rescate mis antiguos tentes, más de 20 años sin que nadie los tocará.
Además hace unos días un amigo me dio 1,5 kg de piezas que guardó de su niñez para su hijo, pero este no les hizo demasiado caso.
Tendré que seguir buscando entre mis amigos, con un poco de suerte igual repito.
No me enrollo más, un saludo a todos. Y me alegra ver aquí a gente cuyas construcciones me encantaro y a otros amigos. Pegaso no me tomes a mal lo de pipiolo es pura envidia.